Así si, Monsieur Macron.
El primer paso para resolver un problema es identificarlo.
La pasada semana el Ministro de Finanzas Francés, Bruno Lemaire realizó unas declaraciones muy interesantes sobre el exceso de regulación por parte de la Unión Europea. Sirva este artículo para entender los motivos por los cuales Europa es a día de hoy una región económica no invertible y establecer algunos de los pasos que se deben seguir para que el común de los inversores puedan volver a confiar en el desarrollo económico del viejo continente.
El pasado 19 de febrero, Bloomberg publicó las siguientes declaraciones de Bruno Lemaire: "Estamos corriendo una carrera económica de 100 metros con una bola y una cadena alrededor del tobillo. El crecimiento europeo está encadenado por normas, reglas, directivas y reglamentos, hay un exceso de administración". Sin duda, son declaraciones ilusionantes, por que claramente van en la buena dirección. Ahora bien, ¿realmente toda la estructura parasitaría administrativa estará de acuerdo en dar un paso a un lado y dejar de molestar a los empresarios europeos? Me parece francamente, complicado.
Según parece, Lemaire piensa ponerse de acuerdo con Robert Habeck, vicecanciller y ministro de economía de Alemania para presentar de forma conjunta una propuesta a Bruselas para reducir drásticamente las reglamentaciones y regulaciones aplicadas en la Comunidad Europea.
La verdad, viendo la evolución del PIB de países como Alemania, Francia o Italia frente a EEUU, es lamentable que medidas de este tipo no se tomaran hace más de una década. En cualquier caso, más vale tarde que nunca.
Sin embargo, aún solucionando el problema de la excesiva regulación, a Europa le quedaría un muy largo camino por recorrer si de verdad quiere ser un poder económico capaz de tratar de tu a tu con China y con Estados Unidos.
En primer lugar, el acceso a materias primas baratas del que hasta hace bien poco el continente ha podido disfrutar ha llegado a su fin y a diferencia de China, Europa no ha hecho los deberes asegurándose el suministro invirtiendo masivamente en África y América. Disfrutar del petróleo, gas, hierro, carbón y cobre rusos durante todos estos años ha permitido a los Chinos adueñarse de África, que era la alternativa natural para Europa, de cara a tener el acceso a las materias primas que necesita sin unos costes excesivos.
Como ejemplo, tenemos estos dos gráficos donde podemos ver la evolución del precio del acero en China, Europa y Estados Unidos. Mientras que entre los años 2012 y 2021 Europa disfrutó casi en todo momento de acceso al acero con precio inferiores tanto respecto a China como respecto a Estados Unidos, una vez llegados a 2021 esta tendencia cambia y es China quien pasa a disfrutar de precios del acero sistemáticamente inferiores al resto.
Las consecuencias del encarecimiento de la energía y de las materias primas se pueden ver en toda la cadena industrial, en la medida que son la base sobre la que pivota todo proceso productivo. Difícil encontrar un ejemplo mejor de lo que está pasando que ver lo que nos indica el gráfico de producción industrial Alemana, un 10% inferior a la producción industrial de 2018 y un 20% inferior en el caso de la industria intensiva en energía.
Veamos también este maravilloso ejemplo que nos brinda BASF. En el podemos ver como en 2015 las instalaciones de BASF en Ludwigshafen, el mayor complejo industrial integrado del planeta, generaban un 30% del EBIT de la empresa. Sin embargo desde 2021, no solo no están aportando, si no que están restando y siendo un lastre para BASF. Tengamos en cuenta, que por su estructura es IMPOSIBLE conseguir una mayor productividad en un complejo del tamaño de una ciudad donde todas las plantas están interconectadas para transferir productos químicos de unas a otras de la forma más eficiente. Es en realidad una obra de arte industrial que se está muriendo por no tener acceso al gas natural ruso.
Claro, si juntamos mayores costes energéticos, regulación excesiva y una población completamente desmotivada a la hora de crear riqueza y prosperidad llegamos a este punto, que es la clave para entender el miedo que se está extendiendo masivamente entre los dirigentes europeos. Como podemos ver en el gráfico anterior, tras toda una vida en la que Europa disfrutaba de una balanza comercial positiva en el comercio de automóviles con china que servía en buena medida para paliar otras balanzas comerciales favorables al país asiáticos, pronto, muy pronto, Europa estará importando más coches chinos que exportando coches europeos a dicho país. Alarma Roja.
Como tercer punto y como ya sabéis, considero que los europeos están muy lejos de los estándares de diligencia, esfuerzo y ambición necesarios para competir por las primeras plazas en el campeonato mundial de riqueza y prosperidad en el que todas las naciones del mundo participan todos los años, les guste o no.
Como ejemplo, creo que esta cita, extraída del artículo publicado en el periódico EL Confidencial titulado “La angustia de vivir de la generación Z”, Expresa a la perfección el problema al que nos enfrentamos.
“Cobro poco más de 1.000 euros y me gasto gran parte de mi sueldo en invertir en cosas que no me recuerden que mis planes de futuro se difuminan. Boxeo, yoga, terapia (privada), viajes, alcohol y tabaco.”
A destacar. En primer lugar el uso sacrílego del termino invertir a la hora de referirse a gastos completamente improductivos. En segundo lugar a la desconexión de la realidad que supone que, a sabiendas de que gana poco, se permita quemar el dinero en lujos, siendo justamente esta actitud, opuesta al sacrificio, al ahorro y a la inversión la que está destruyendo sus planes de futuro. En tercer lugar, la falta de ambición ante la evidencia de que 1000 euros al mes no son unos ingresos aceptables y en lugar de ahorrar, sacar horas de donde no hay para perfeccionarse en su ámbito laboral y buscar alternativas para aumentar sus ingresos, acepte sin más la inevitabilidad de la derrota entregándose al hedonismo nihilista, el cual se viene fomentando desde hace décadas y que ha devenido prácticamente hegemónico, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
Este tercer punto, es en realidad irresoluble, estas generaciones de europeos están perdidas y es casi imposibles revertir los daños causados por una educación lamentable y un entramado cultural absolutamente tóxico que ha ido carcomiendo a nuestra población lenta pero inexorablemente desde hace décadas. Por aclarar, cuando digo educación lamentable, me refiero a educación blanda, que no fomenta el espíritu competitivo, la ambición y la disciplina si no todo lo contrario.
Volviendo al tema principal del artículo y ya para terminarlo, lo que si es muy positivo es que solventar el intrusismo político en el día a día empresarial es un problema resoluble y además rápido de solventar. Solamente hay que prenderle fuego a todo lo que se haya regulado desde 1970 y las empresas europeas vivirán una nueva pequeña edad de oro.
El segundo problema, va requerir algo más de tiempo, pero si los políticos dejan de incordiar, hay en Europa los recursos necesarios para volver a rebajar los costes energéticos a niveles óptimos. San Carbón, San Uranio y Santa Perforación de Gas de Esquisto nos sacarán del purgatorio energético en el que nos hemos metido casi sin darnos cuenta.
Finalmente, con la educación, los medios de comunicación y el entramado cultural, habrá que tomar medidas drásticas y pensar en el largo plazo, para recuperar el espíritu, la motivación y la fuerza de las generaciones de europeos que hicieron de este continente el mejor lugar del mundo.
Cuando invertimos en Europa, hemos de tener muy en cuenta que las empresas de este continente, en estos momentos, se ven obligadas a nadar contra corriente en un sistema económico y legislativo que actúa como un lastre que las debilita en lugar de ayudarlas o al menos, no incordiarlas. Eso se refleja por fuerza en las cuentas de resultados de final de año y por eso, mientras China crece al 5% y USA al 3,1%, Europa avanza de forma inexorable hacia la recesión y el estancamiento crónico.
Hasta la próxima semana,
Atentamente,
Ciprés.
No puedo estar más de acuerdo.
El mayor de los problemas que yo veo es cuando se juntan varios de ellos, pues en el futuro, los dirigentes serán los actuales jóvenes pervertidos por la educación y medios de comunicación actuales.
Y si imaginamos que parte de esta juventud apática serán los que dirigirán el mundo futuro,…..es para temblar